sábado, 29 de enero de 2011

Mi conciencia me concentra

 Si me preguntas que hago, te responderé con un sólido “Solo enfrento la inmensidad”, también podría decir un simplemente un “No es asunto tuyo”, pero realmente me importas.
 Si alguien inventara una máquina que pueda hacer que me ames, sería un milagro; aunque cuando piensa esas cosas locas imposibles de hacer una voz interna me chilla un “¡Hey, volvé a la realidad, la profesora de geografía de está preguntando donde se encuentra la segunda ciudad más importante del mundo con más numero de lugares históricos visitados y cuantos humanos  por minuto la visitan!”, pero a veces solo me dice, con una voz de pena por ignorancia ajena, “Querida…, la fila para encontrar amor está llena, podrías pasar a la de malteadas, que morimos de hambre”. Podría dejar de ser soñadora y volver a la realidad, o simplemente, sería más fácil, despedir a mi conciencia y contratar otra… que esté de acuerdo con lo que hago.