lunes, 23 de mayo de 2011

Como princesa

Ella se siente realmente mágica. Llegará muy lejos con su ayuda. Siente ese cosquilleo, infernal para ella, pero realmente fantástico en lo profundo. Fue duro tener tantos sentimientos juntos, pero los dos comprendieron y siguieron adelante. Él realmente la volvió a la felicidad. Los dos se dieron cuenta. Ella también lo vuelve a la felicidad, pero eso no significa nada más. Un misterio para ella.
¿Qué pasaría si nos viéramos otra vez? – Piensa ella – Pero esta vez no en un sueño…
 Se la pasa en su habitación, sentada en la cama, escuchando música que la haga soñar, leyendo obras que la transporte a lugares recónditos, escondidos del mundo vulgar. De vez en cuando escribe, y de su simple pluma salen palabras de orgullo, celosamente atesoradas en un cuaderno. Tal vez se tome un minuto para descansar su mano y cambiar la música, que seguramente la hará volar a un paraíso imaginario completamente distinto al anterior. Al sentarse nuevamente se tomará unos segundos para recordar su sonrisa, se le escapará una risita de alegría y continuará escribiendo.
 Esta mañana trató de comenzar a imaginarse nuevos mundos con otro libro. Pero no pudo, se distrajo con un gran bostezo que escondía palabras secretas de amor (la noche anterior se desveló con un libro, de la misma editorial, que pasó a ser su preferido entre los tantos, tantos tantos, que leyó).
Tienen necesidad de hablarse a diario, de entablar una conversación que les interese a ambos. Nunca se volvió un frenesí por parte de ninguno de los dos. Sus charlas se basan en dulzura y te quieros, pero ella no entiende si sus te quieros, que a veces transmiten amistad, otras real amor, y de vez en cuando son de alquiler.
Tienen tantas cosas en común, que sería imposible el no notar, por lo menos, tres. El pelo de pequeños, sus ojos verdes cambiantes, su dulzura, su gusto, la música preferida, el amor hacia los gatos, sus lecturas, la educación y hasta los sueños con el verdadero amor y las creencias. Todo y más. Mucho más. Los dos sentían lo mismo cuando realmente les gustaba alguien. Ella sentía todo por él, pero no estaba segura, no sabía, no creía, que él sienta lo mismo por ella.
Él no sabía decir no, eso le fascina. Él es muy dulce con ella, eso le encanta. Pero él nunca le dijo más que un ‘te quiero’.
Él la alejó de la oscuridad, la hizo desistir de cosas tan horrorosas que nunca pasaron por la mente de él, y no tiene idea de eso, él no se da una idea del ángel que se convirtió para ella. No cree que a él le interese mucho, pero a ella si le interesa, y más que nunca.
Él la hace sentir como princesa. Cada tanto se acuerda como lo conoció, y se ríe. No tuvieron un comienzo de novela… Su comienzo fue irónico y prácticamente amorfo. Pero ahora todo marcha de la forma menos esperada y realmente nadie sabe si es bueno a malo.
Finalmente, terminó de escribir. Terminó con un ‘te amo’.

1 comentario: